Las subastas son uno de los mecanismos fundamentales de la economía libre. Existen desde la época de los romanos y tal vez desde antes, cuando se subastaban esclavos y toda clase de cosas. Así pasaron muchos siglos sin que su mecanismo cambiara demasiado.
Una subasta pública es un mecanismo clásico del mercado, tal vez el más puro de todos porque es uno de los más difíciles de manipular. El problema consiste en que alguien tiene uno o varios bienes que desea vender, tiene una valuación personal (lo que el piensa que vale) pero no tiene idea de cuanto le puede sacar, o sea no conoce el precio final. Tampoco tiene idea quien se lo puede adjudicar, esas son las dos condiciones básicas del subastador: no sabe quien va a comprar ni el precio que va a obtener.
Por la teoría subjetiva del valor sabemos que cada persona le asigna un valor subjetivo a las cosas y mediante una negociación los compradores y vendedores se pone de acuerdo en un valor que es el precio de equilibrio: el máximo que acepta pagar el comprador y el mínimo que acepta recibir el vendedor, ese es el precio. Hay innumerables formas de crear este precio pero la subasta tiene básicamente dos formas: se parte con un precio mínimo que va subiendo hasta que no hay más ofertas, o -lo que es menos común- con un precio máximo que va bajando hasta que alguien acepta comprar.
La subasta es un juego donde los ofertantes compiten entre si y el vendedor compite contra todos los ofertantes. El juego lo gana el que adquiere el producto a un precio bajo su valoración personal o cuando el vendedor lo vende sobre su valoración personal: en ambos casos hay una utilidad, de los compradores al minimizar el precio y los vendedores al maximizarlo.
Las subastas tienen otras variantes como la propuesta a sobre cerrado donde, al revés de la subasta pública, puede haber un solo comprador (una municipalidad por ejemplo) y varios vendedores u ofertantes. También existe un sinnúmero de estrategias para lograr la mejor utilidad, como la del "sniper" (francotirador) en las subastas con límite de tiempo hacen su oferta en los últimos segundos.
Con los servicios de subasta por Internet como eBay y Mercado Libre, los sistemas se han sofisticado mucho. Google subasta sus espacios publicitarios de AdWords e introdujo la primera innovación en siglos al sistema cuando descubrió que la mejor forma de lograr subastas justas, o sea sin estrategias que distorsionen los precios es la siguiente: el artículo se lo lleva el que hace la mayor postura, pero no paga el precio que ofreció, sino que el segundo mejor precio (o sea el anterior). La explicación es matemática y más o menos enredada pero en el fondo se trata de desacoplar el precio del ganador de la subasta, con lo que se logran estrategias más limpias de manera que el precio se aproxime lo más posible a la evaluación del comprador. La ecuación para las subastas es:
Ui (b)= Vi-Pi(b)
Donde Ui(b) es la utilidad del postor i, Vi la valuación subjetiva del artículo según i y Pi(b) el precio que finalmente paga i, b es un vector
Una subasta parece sencilla pero es todo un arte y ciencia, en todas las ciudades hay grupos de viciosos que van a todas las subastas son todos medio ludopatas porque la subasta es un típico juego de estrategia. Una sola vez en mi vida participé en una, cuando un amigo que remataba varias cosas me pidió que fuera de "palo blanco" o sea a ofertar en su nombre para hacer subir los precios artificialmente. Ni que decir que fue un desastre, los otros tipos se dieron cuenta enseguida, yo me emocioné haciendo subir las posturas y mi amigo se tuvo que llevar todas sus cosas de vuelta para la casa ¡se las adjudicó el mismo! Mi amigo no me habló por un buen tiempo y yo me abstuve de meter mis narices a un remate hasta el día de hoy.
Muy bien explicado el concepto de Subastas. Graciosa la anecdota.
ResponderEliminarY lamentablemente... real jaja!
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